La prueba del «vaso de agua» en entrevistas de trabajo
Este método implica colocar un vaso o jarra de agua sobre la mesa durante la entrevista, bajo el pretexto de un gesto de cortesía. Sin embargo, este pequeño detalle tiene un propósito: observar cómo el candidato maneja una situación que parece trivial. Un relato en Reddit menciona a un aspirante contratado tras superar este test sin siquiera saberlo. ¿El motivo? Bebió agua «a un ritmo normal», lo que el empleador interpretó como una señal de confianza y adaptación.
El vaso de agua no está ahí por casualidad. Los reclutadores analizan si el candidato acepta la oferta implícita, cómo responde a ella y, si decide beber, de qué manera lo hace. Este sencillo gesto puede revelar cómo el aspirante afronta la presión, responde a las normas de cortesía y se desenvuelve en un entorno formal.
¿Qué observa el reclutador?
Aceptación o rechazo de la oferta:
Rechazar el agua de manera sistemática podría percibirse como señal de reserva o dificultad para adaptarse.
Aceptar con naturalidad y entusiasmo puede reflejar confianza y apertura.
Forma de beber:
Beber con rapidez o en exceso puede denotar nerviosismo o falta de control.
Un ritmo tranquilo y relajado sugiere seguridad y equilibrio emocional.
Gestión de imprevistos:
Si el agua se derrama, el reclutador observa cómo reacciona el candidato. Tomar la iniciativa para limpiar el accidente puede ser interpretado como responsabilidad y atención al detalle.
Consejos para afrontar este test con éxito
Si te enfrentas al “test del vaso de agua”, ten en cuenta los siguientes consejos:
Mantén la calma: Acepta o rechaza el agua con naturalidad y educación. Sé consciente de tus gestos: Si decides beber, hazlo pausadamente, evitando movimientos apresurados.
Actúa con responsabilidad: Ante un derrame o accidente, muestra iniciativa y disposición para resolver el inconveniente.
Sé auténtico: Los reclutadores valoran la sinceridad, pero cuida los pequeños detalles en tu comportamiento.
El «test del vaso de agua» puede parecer insignificante, pero para los reclutadores es una herramienta útil para evaluar aspectos que van más allá de las palabras. Mantener la compostura y actuar con naturalidad puede marcar la diferencia en el resultado de la entrevista.